El desarrollo de la tecnología ha sido inherente al progreso humano y ha afectado prácticamente todo aspecto de la vida. Está claro que transitamos por una industria 4.0 con una revolución tecnológica vertiginosa. Siglos atrás, un cambio revolucionario tomaba entre noventa a cien años, pero esta transformación se aceleró a mucho menos de la mitad.
Entonces comprobamos que el mundo está cambiando rápidamente. Los ciclos son más cortos, con más inversión, con clientes más exigentes, con mayor nivel de eficiencia en lo administrativo, en lo contable, y en lo digital.
Desde que nos despertamos estamos conectados a distintas aplicaciones. El mercado tiene una necesidad continua de tecnología nueva, conectividad total, automatización de procesos, toma de decisiones en tiempo real, inteligencia artificial, aprendizaje automático. También requiere que el entorno sea seguro, que los datos estén protegidos y que exista transparencia en la información.
Las universidades y el Consejo Profesional de Ciencias Económicas son los pilares fundamentales en la formación y acompañamiento
Todo esto no es una tendencia, sino la realidad. Y como tal es ideal aceptar la transformación digital, internalizarla y utilizarla para ser más competitivos.
Nuestro comportamiento puede rondar en tres tipos:
• Comprender las reglas del juego y transformarse.
• No amigarse con la tecnología, pero SÍ entender su importancia tomando una actitud pasiva y vincularse con quienes cuenten con conocimiento para poder avanzar.
• Tener una resistencia a las nuevas metodologías, sistemas y digitalización.
Nos enfocaremos en las dos primeras. La tecnología bien utilizada es una herramienta que mejora la gestión para nuestra vida profesional. Necesitamos cambiar nuestra manera de pensar y nuestra actitud como profesionales. Si podemos gerenciar esto, las potenciales ganancias que podemos obtener con la tecnología serán inmensas. Estamos sumergidos en un universo de información que espera ser transformada en datos que necesitamos administrar, interpretar y debemos sacar provecho de ellos.
La pregunta no es si la tecnología será una amenaza para nosotros como profesionales en Ciencias Económicas. La pregunta es: ¿Cuánto tiempo va a pasar hasta que nos demos cuenta del verdadero valor de llevar adelante estas nuevas competencias?
Las habilidades cambian, pero las capacidades perduran. Hasta ahora contamos con la formación académica pero, además de sumar los conocimientos tecnológicos, hay otros aspectos que son fundamentales para hacer frente a este desafío: la adaptabilidad y el desarrollo de la capacidad de emprender.
Esto no significa que debamos renunciar a nuestro trabajo para emprender, sino que debemos asumir los nuevos retos profesionales con la disposición para esa aptitud, haciendo de nuestro empleo y del desarrollo profesional un emprendimiento para ser manejado como tal.
El desarrollo profesional continuo, la educación y la investigación serán componentes necesarios junto a las habilidades prácticas para usar la tecnología como apalancamiento. Será necesario que los colegas aumenten su entendimiento de los nuevos softwares y otras aplicaciones de gestión, procesos, negocios y finanzas si quieren que su trabajo sea efectivo.
Las oportunidades que ofrecen las nuevas herramientas y las soluciones tecnológicas permiten focalizarse en planificación, estrategia y control de gestión. Dejan atrás los trabajos operativos rutinarios y manuales.
¿De qué hablamos cuando pensamos en el perfil del nuevo rol tecnológico profesional? Pensamos en un colega que no ha dejado su vocación de servicio base y que ha cambiado su forma de prestarlo, ya que se diferencia incorporando nuevas herramientas tecnológicas. Puede ser generalista y especialista en determinadas soluciones. Las universidades y el Consejo Profesional de Ciencias Económicas son los pilares fundamentales en la formación y acompañamiento. La oferta de programas, cursos y capacitaciones en nuestra institución es variada y continua.
Será valioso tener en cuenta estas aptitudes:
- Entender sobre digitalización documental, automatización robótica de procesos, implementación de softwares de gestión ERP y CRM, realizar interfases e integraciones entre softwares.
- Entender a la nube como transformadora: el cloud computing como la plataforma e infraestructura a través de internet. Manejar la escalabilidad en el uso de servidores nos lleva a una independencia y ubicuidad sin territorios, ya que accedemos a la nube desde cualquier parte.
- Implementar la seguridad informática en todo lo que hagamos en la nube que cumpla condiciones de control, evitar fraudes, el gobierno de datos dentro de las organizaciones, su cuidado y uso.
- Considerar que Big Data es el ecosistema del sistema que nos permite la toma de decisiones en tiempo real, automatizado, como si fuera transformador en el marketing uno a uno.
- Tener en cuenta la Inteligencia Artificial y Bots.
- Considerar la Tecnología RFDI con la identificación bajo radiofrecuencia. Una nueva tecnología de recolección de datos, que se utiliza para controlar inventarios mucho más eficientes que el código de barras con detección a distancia; así, sin tener que cerrar un negocio, se auditan las existencias físicas contra el sistema.
Como profesionales tenemos que contar con una visión crítica, razonable y proactiva para afrontar lo que llega para quedarse
La realidad virtual aumentada nos transforma las formas de hacer negocios: cómo mostrar un producto o servicio y cómo darle un mejor servicio al cliente.
Consideremos que Blockchain es la tecnología más disruptiva. Es la contabilidad descentralizada que avanza fuertemente. Su uso no se limita a las criptomonedas. Todas las transacciones que se realizan dentro de la misma están dentro de cada nodo y, al existir tantos nodos, aporta la seguridad y la transparencia.
Todas estas tecnologías y muchas más impactan en la vida del profesional, inclusive en el Metaverso. Somos conscientes de que la creatividad, la intuición, la inteligencia emocional del ser humano nunca podrán ser sustituidas.
Como profesionales tenemos que contar con una visión crítica, razonable y proactiva para afrontar lo que llega para quedarse.
Como predijo Heráclito “El mundo y el universo viven en constante transformación”, y ahora todo avanza mucho más rápido.
Contadora Pública y especialista en Digitalización Documental y Softwares de Gestión