La Argentina es un semillero de talento. Lionel Messi, Ángel Di María, Sergio Agüero y tantos otros futbolistas son estrellas mundiales que brillan en las más prestigiosas ligas del exterior, y generan millones de dólares para esos países. Imaginemos cómo sería tener las condiciones para que estas figuras se queden a jugar en nuestra tierra, para convertir el campeonato local en el más destacado del Planeta y lograr que fanáticos de todas las latitudes paguen para verlo. ¿Es un lindo sueño, verdad? Lo mismo ocurre con los talentos del universo IT.
Estamos viviendo una era de migración virtual: los profesionales de la tecnología pueden trabajar de manera remota para cualquier empresa del mundo, lo cual genera una pérdida de valor agregado en la Argentina. De la misma manera, el próximo unicornio de nuestro país puede terminar facturando en el exterior todo lo que venda. Por eso debemos revertir esta situación, cuidar nuestro patrimonio y sacarle el máximo provecho a todo el potencial que tenemos. Y una de las principales herramientas para lograrlo es la Ley de Economía del Conocimiento (LEC).
Un punto importante para destacar es que esta LEC es la continuación de la Ley del Software. Es decir, hay una política de Estado que se mantiene en el tiempo por más de 15 años, más allá de los gobiernos, que permite un crecimiento sostenido del sector.
La Argentina se encuentra ante la gran posibilidad de crecer exponencialmenteLa realidad es que las empresas comenzamos el año 2020 sin LEC, que debería haber entrado en vigencia el 1 de enero de ese año. Esta situación, sumada a la Ley de Teletrabajo, nos dejaba en una posición expectante, sin claridad para el futuro. Finalmente, la LEC fue reglamentada en diciembre del año pasado.
Presidente de la Cámara de la Industria Argentina del Software