RITE: una iniciativa colaborativa para mejorar el entorno de los negocios

La Oficina Anticorrupción trabaja en el diseño del Registro de Integridad y Transparencia para Empresas y entidades de Argentina (RITE), el cual tendrá una sección formativa para que las organizaciones incorporen y maduren sus programas de integridad. Se espera que la plataforma digital esté activa en 2022.
 
El próximo año nuestro país contará con el primer Registro de Integridad y Transparencia para Empresas y entidades a nivel nacional, denominado RITE.

Es una iniciativa colaborativa y federal impulsada por la Oficina Anticorrupción (OA) con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), a través de su División de Innovación para Servir al Ciudadano (IFD/ICS), desde la cual acompaña a los países para que implementen reformas de transparencia e integridad alineadas con los compromisos internacionales, con énfasis en el fortalecimiento institucional, la promoción de la integridad pública y el acceso a la información y el desarrollo de políticas de integridad en el sector privado.
 
Se integra con una plataforma, en la cual las empresas y entidades podrán dar cuenta de sus programas de integridad. Brindará herramientas para que las organizaciones alcancen el mejor programa posible, con especial apoyo a las Pequeñas y Medianas Empresas que más lo necesiten. 

Se manifiesta como un proceso participativo y dinámico que apunta a poder acompañar a la mayor cantidad de organizaciones por medio de una adhesión gratuita y voluntaria.

En el 2022 nuestro país contará con el primer Registro de Integridad y Transparencia para Empresas y entidades a nivel nacional
RITE será una plataforma para el desarrollo de integridad de las organizaciones. Contará con dos grandes secciones: el registro en sí mismo, por medio de un formulario autoadministrado para que las empresas y entidades identifiquen en qué nivel se encuentran sus programas de integridad, y una caja de herramientas con material formativo de apoyo, como documentos, modelos y capacitaciones en línea.
 
Entre sus beneficios, RITE destaca la contribución que hará para la implementación efectiva de la ley 27.401 de Responsabilidad Penal de las Personas Jurídicas, proveyendo contenidos y capacitaciones orientados a la adopción de buenas prácticas y políticas de integridad en las empresas, haciendo foco en los requisitos que enumera el art. 23 de la Ley, pero sin limitarse a ellos.
 
Los organismos públicos podrán encontrar en RITE un insumo para mejorar el entorno de sus interacciones con el sector privado. Es así como, si bien el registro es voluntario, se prevé que la inscripción en RITE se constituya como un requisito para la operación en determinados espacios o para acceder a beneficios e incentivos específicos.
 
La adhesión a RITE también apunta a complementar las tareas de Debida Diligencia llevadas a cabo en el marco de las Políticas de Identificación y Conocimiento del Cliente, y a que las empresas registradas puedan ser conocidas por inversores extranjeros.

El equipo de consultores del BID (Mónica Artale, Karina Kucyk y Raúl Saccani) describe la iniciativa como “una plataforma digital que tiene como prioridad que las organizaciones que estén registradas carguen información, den prueba de vida respecto de la madurez de su programa de integridad. Pensada en ayudar en el desarrollo y madurez de los programas de integridad” y señala: “Va a ser muy útil no sólo para el sector público a la hora de las contrataciones sino también en las interacciones entre los propios privados”.
 
Como política pública en la prevención de la corrupción, RITE brindará un espacio para la generación de mecanismos de coordinación interinstitucional entre organismos públicos para mejorar las interacciones entre el sector privado y el Estado.

La iniciativa apuntará a fortalecer las acciones colectivas de los gobiernos, la sociedad civil y el sector privado en la prevención de la corrupción. RITE tiene como meta brindar herramientas para que el sector privado se convierta en un actor clave en el sistema de integridad pública, como una fuerza positiva y motor para el cambio, promoviendo reformas de integridad corporativa y remodelando el panorama de la integridad pública global. 
 
RITE colaborará con la planeación y dirección de las organizaciones, generando valor agregado mediante la eliminación de riesgos y aportando confianza tanto a su interior como exterior. Podrá también facilitar el acercamiento y comprensión del mundo empresarial por parte de la sociedad civil y la ciudadanía en general. Y, claramente, será una herramienta de transparencia activa, sostenida por una iniciativa más abarcativa, que trasciende al potencial de la información allí reflejada.
 
Cómo funcionará RITE
 
La plataforma RITE estará dirigida a empresas (privadas, públicas y con participación estatal) y entidades sin fines de lucro, cualquiera sea su tamaño, interesadas en mostrar su compromiso con el desarrollo de acciones de integridad para mejorar la transparencia de sus operaciones.
 
Pondrá énfasis en el compromiso, ya que, para inscribirse, no será requisito contar con un programa de integridad implementado. Este punto resulta de especial interés para las empresas más pequeñas, que tal vez no cuenten con los recursos necesarios para destinar a estos esfuerzos, y así podrán hacer uso de las herramientas que la plataforma pondrá a su disposición.

La iniciativa apuntará a fortalecer las acciones colectivas de los gobiernos, la sociedad civil y el sector privado en la prevención de la corrupción
Natalia Torres, Directora Nacional de Ética Pública de la OA, explica que “el propósito del registro considera incorporar miradas innovadoras a través del intercambio de experiencias y que funcione como una plataforma de aprendizaje y de conocimiento, para que las empresas desarrollen y maduren sus programas de integridad. La intención es que RITE sea una herramienta de desarrollo de integridad”.

El objetivo es democratizar el acceso a los programas de integridad, dando la oportunidad a que las empresas que no los tengan los incorporen e integren cuestiones que a veces tienden a disociarse, como integridad y género, o integridad y derechos humanos.
 
Entre los antecedentes latinoamericanos, encontramos el Portal Anticorrupción, de Colombia, Empresa Pró Ética, de Brasil, y el Padrón de Integridad Empresarial, de México. Sobre este último se basará la estructura del registro, considerando, por ejemplo, nutrirse de la información y documentación que cargarán las empresas a través de módulos de avance secuencial, pero se diferenciará en que no certificará ni entregará distintivo alguno.

RITE se constituirá como una plataforma de aprendizaje, de intercambio y de promoción del crecimiento; será un espacio para que las empresas desarrollen y maduren sus programas de integridad.

Luis Villanueva

Subsecretario de Integridad y Transparencia de la Oficina Anticorrupción